Estados Unidos, China, la Unión Europea y hasta un total de 29 países han firmado la Declaración de Bletchley para un desarrollo “seguro” de la Inteligencia Artificial. Durante la celebración del congreso «AI Safety Summit» los países participantes han declarado su compromiso en la firma de esta declaración que destaca “la necesidad urgente de comprender y gestionar colectivamente los riesgos potenciales” de la Inteligencia Artificial.
La llegada de ChatGPT supuso un punto de inflexión en el uso y desarrollo de Inteligencia Artificial. En ese momento, se produjo lo que se puede decir una «democratización del uso de la IA», mostrando a la sociedad en su conjunto el potencial de esta herramienta, al tiempo que sus peligros. Desde su implementación, muchas son las voces que han hablado de sus capacidades y beneficios, al tiempo que destacan los riesgos que puede suponer también su uso. Por eso mismo, ahora es el momento de sentar las bases del desarrollo y uso de este recurso. Tal y como indican los firmantes de la Declaración en el comunicado publicado, «reconocemos que este es, por lo tanto, un momento único para actuar y afirmar la necesidad de que el desarrollo seguro de la IA y de que las oportunidades transformadoras de la IA se utilicen para bien y para todos, de manera inclusiva en nuestros países y a nivel mundial«.
Y es que, dado que el impacto de la IA es de carácter internacional, es un tema que debe abordarse con una perspectiva global que incluya a todos los países que conforman el mundo. Un acuerdo de cooperación como la Declaración de Bletchley, tiene precisamente este objetivo y, por lo tanto, los firmantes resuelven «trabajar juntos de manera inclusiva para garantizar una IA centrada en las personas, confiable y responsable (…)». Para ello, han estructurado una agenda en la que las acciones tendrán un doble objetivo. En primer lugar, identificar los riesgos que pueden surgir del desarrollo y uso por parte de la sociedad en su conjunto de los algoritmos de IA. En segundo lugar, legislar en base a dichos riesgos, para garantizar la seguridad de los ciudadanos y ciudadanas.
Durante la celebración del AI Safety Summit no solo han estado presentes grandes figuras del ámbito político internacional, sino que también han formado parte del congreso otras caras famosas del sector como Elon Musk o Sam Altman, CEO de OpenAI. Su participación pone de manifiesto la importancia de contar también con la colaboración de los agentes privados en el desarrollo de esta tecnología.
Sin embargo, el participante más destacado ha sido China. El gigante asiático lleva años demostrando que es todo un referente en el sector de la IA, y contar con su presencia durante el congreso marca un antes y un después en la industria. A pesar de haber mostrado profundas reticencias en lo que al marco restrictivo se refiere, China ha demostrado ser un alumno aventajado en lo que al uso y regulación de esta industria se refiere a nivel nacional, habiendo publicado varias leyes que contextualizan el uso de estas tecnologías.
Las intenciones de colaboración parecen claras y la carta firmada por los 28 países deja la puerta abierta a una nueva reunión en 2024. De hecho, Michelle Donelan, ministra digital británica, anunció otras dos cumbres sobre seguridad de la IA, una que se celebrará en Corea del Sur dentro de seis meses y otra en Francia seis meses después. ¿Qué novedades veremos en estos próximos encuentros? ¿a qué conclusiones llegarán en futuros en congresos? ¿se mantendrán las alianzas alcanzadas? Son solo algunas de las preguntas que se abren en esta nueva era.
Fuente: Gov.Uk
Fotografía: Reuters